Adiós a la Caja Agraria.
El banco con mayor presencia en todo territorio nacional - 1931-1999
Como muchas entidades y empresas del Estado, la Caja Agraria (Caja Colombiana de Ahorros) no logró superar la prueba del tiempo, gracias a la astucia de algunos colombianos que, a través de generaciones, desangraron de una manera u otra el banco que impulsaba el agro en Colombia (desde robos y estafas, adjudicación de subsidios de manera escrupulosa, tratos demasiados generosos con el sindicato de la Caja durante años, o desvíos de fondos cubrir funciones que no le correspondían). Basta con una búsqueda de la historia de este banco para vislumbrar que los problemas que afrontó durante sus 68 años fueron, en gran medida, los problemas de la corrupción.
Como muchas entidades y empresas del Estado, la Caja Agraria (Caja Colombiana de Ahorros) no logró superar la prueba del tiempo, gracias a la astucia de algunos colombianos que, a través de generaciones, desangraron de una manera u otra el banco que impulsaba el agro en Colombia (desde robos y estafas, adjudicación de subsidios de manera escrupulosa, tratos demasiados generosos con el sindicato de la Caja durante años, o desvíos de fondos cubrir funciones que no le correspondían). Basta con una búsqueda de la historia de este banco para vislumbrar que los problemas que afrontó durante sus 68 años fueron, en gran medida, los problemas de la corrupción.
Un banco que se convirtió en símbolo del desarrollo y sostenimiento de la vida del campo colombiano (llegó a contar con 864 oficinas, más que ningún otro banco en la historia de Colombia), le tocó una larga y agónica estocada final con la apertura de los mercados y políticas neoliberales, con las cuales la financiación terminó por hacerse insostenible. Incluso encontrándose ad portas de su liquidación, el entonces presidente de la Caja Agraria, Benjamín Media entregó la carta de renuncia exigida por la Procuraduría, en tanto se supo que en su administración existían malversación de fondos; cosas como que el presidente viaja cada fin de año en una avioneta a visitar a su familia con dineros del banco. La Administración que entró a sustituir a la de Medida en 1999, aseguró que una red de corrupción que se extendía en todo el país, tan solo en Bogotá se habría apoderado de unos 25.000 millones de pesos; y la Contraloría seguía el rastro a prestamos dudosamente otorgados con un valor superior a los 70.000 millones de pesos[7]. Los millones robados o invertidos de manera irregular y los nombres de los responsables y coautores de los desfalcos en los 68 años del banco, son incontables y, con el paso del tiempo, inmemorables.